Varias islas del Caribe han comenzado a brindar apoyo logístico a Estados Unidos en su despliegue regional contra el crimen transnacional. Trinidad y Tobago autorizó el tránsito de aeronaves militares por sus aeropuertos para reabastecimiento y rotación de personal, en línea con una agenda de cooperación en seguridad con Washington.
El movimiento se produce en medio de mayor presencia militar estadounidense en el Caribe y de tensiones con Venezuela. En Washington, la Casa Blanca ha señalado que múltiples países de la región respaldan las operaciones, enfocadas oficialmente en la lucha antidrogas y la interdicción marítima.
En este contexto, República Dominicana se perfila como aliado clave de EE.UU., con cooperación logística y operativa para vigilancia y acciones contra el narcotráfico, según reportes recientes. El enfoque común es reforzar corredores aéreos y portuarios para asegurar la cadena de suministro y frenar rutas ilícitas.
Desde la región también han surgido críticas a la militarización del Caribe por sus posibles efectos en la estabilidad. Organismos como ALBA-TCP han cuestionado el despliegue y llamado a preservar la zona como espacio de paz y cooperación.
Con información de Reuters, Diario Libre y comunicados oficiales.










