El presidente Donald Trump promulgó la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) para el año fiscal 2026, que fija un tope histórico de US$901,000 millones en gasto militar y establece prioridades que van desde adquisiciones y un alza salarial para tropas hasta límites al retiro de efectivos en Europa. La firma se realizó sin ceremonia pública.
El texto autoriza US$800 millones para Ucrania en dos años a través de la Ukraine Security Assistance Initiative, US$175 millones para la Baltic Security Initiative y prohíbe reducir por debajo de 76,000 los efectivos de EE. UU. en Europa, además de mantener al comandante europeo como jefe supremo de la OTAN. Estas cláusulas moderan el margen de maniobra del Ejecutivo en el frente europeo.
Desde la Casa Blanca subrayaron que la ley codifica varias órdenes ejecutivas, entre ellas el impulso al sistema de defensa antimisiles “Golden Dome” y la eliminación de programas DEI en el Pentágono. También extiende y expande atribuciones de la DFC (agencia de financiamiento para el desarrollo), que quedó reautorizada por seis años con mayor capacidad de inversión.
En el Congreso, la NDAA superó el trámite con mayorías bipartidistas: 312–112 en la Cámara de Representantes y 77–20 en el Senado. Entre sus disposiciones figura un aumento de 3.8% para sueldos de militares y civiles del Departamento de Defensa, y partidas focalizadas para Indo-Pacífico y modernización de infraestructura.
La cifra aprobada excede en US$8,000 millones la solicitud original del propio presidente y marca el mayor nivel anual autorizado para defensa.










