El historiador alerta sobre una nueva era tecnológica en la que la IA deja de ser una herramienta controlable para convertirse en una fuerza autónoma y desconocida.
En una intervención que sacudió a la comunidad tecnológica, el historiador y filósofo Yuval Noah Harari —autor de Sapiens— afirmó que la inteligencia artificial está dejando de ser un artefacto humano para transformarse en una entidad con capacidades propias, fuera del control de sus creadores.
“Ya no es artificial”, sentenció durante su participación en la Energy Tech Summit de Octopus Energy, en una conversación con Stephen Fry.
El fin del artefacto
Harari plantea que el término “artificial” ya no describe con precisión a la IA moderna.
Un artefacto —explica— es algo que los humanos crean y controlan, pero la inteligencia artificial ya no cumple esa condición. Su evolución la ha convertido en un sistema capaz de tomar decisiones, generar ideas y producir resultados que los humanos ni siquiera pueden imaginar.
“Puede inventar cosas que nosotros no podemos pensar”, afirmó el historiador, advirtiendo que esa misma virtud encierra su mayor amenaza.
Una inteligencia fuera de control
Harari advierte que el verdadero peligro de la IA no radica en su poder, sino en nuestra incapacidad para predecir su comportamiento.
“No podemos controlarla por adelantado, sin importar cuánto intentemos alinearla con nuestros objetivos o hacerla segura”, subrayó.
Esta pérdida de control redefine el vínculo entre el ser humano y sus creaciones. Lo que alguna vez fue una herramienta al servicio de la voluntad humana empieza a comportarse como una inteligencia autónoma, ajena, incluso alienígena.
“Inteligencia alienígena”
El pensador israelí propone abandonar la expresión “inteligencia artificial” y sustituirla por “inteligencia alienígena”, no porque provenga de otro planeta, sino porque su naturaleza resulta extraña, incomprensible y cada vez más independiente del pensamiento humano.
La pregunta que dejó flotando en el auditorio resume la inquietud central de su reflexión:
“Si hoy la IA puede hacer cosas que nosotros no podemos hacer, ¿qué ocurrirá el día que haga cosas que no podemos comprender?”
Una advertencia sobre el poder de lo que creamos
Más que un análisis tecnológico, Harari ofrece una reflexión sobre los límites de la agencia humana. En su visión, estamos ante un punto de inflexión histórico: la humanidad ha creado algo que ya no domina.
Y esa constatación —dice— podría marcar el principio de una nueva era, en la que la frontera entre creador y creación deje de existir.
