El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el alcalde electo de Nueva York, Zohran Mamdani, sostuvieron este viernes su primera reunión en el Despacho Oval, en un encuentro que terminó siendo mucho más cordial de lo que anticipaban sus propias declaraciones de meses anteriores. Tras intercambiar insultos durante la campaña, ambos se mostraron sonrientes, se elogiaron en público y prometieron colaborar en temas de seguridad y costo de vida en la ciudad.
Mamdani, un demócrata socialista de 34 años, primer alcalde musulmán de Nueva York, llegó a Washington después de una campaña en la que prometió “proteger” a la ciudad del propio Trump y cuestionó con dureza sus políticas migratorias y su apoyo a Israel durante la guerra en Gaza. El presidente, por su parte, lo había calificado de “comunista” y llegó a amenazar con recortar miles de millones en fondos federales si ganaba la alcaldía.
Tras la reunión, el tono cambió por completo. Trump dijo que espera “ayudarlo, no perjudicarlo” y aseguró que se siente cómodo con la idea de vivir de nuevo en una Nueva York gobernada por Mamdani. El presidente se comprometió públicamente a no cortar los recursos federales a la ciudad y destacó que ambos comparten preocupación por el precio de la vivienda, los servicios básicos y la seguridad en las calles.
El alcalde electo explicó que su prioridad en el encuentro fue hablar “con franqueza” sobre la presión que sufren los neoyorquinos por el alto costo de alquileres, transporte y energía, y dejó claro que, aunque discrepa de muchas posiciones del presidente, está dispuesto a trabajar con la Casa Blanca cuando eso signifique mejoras concretas para la ciudad. En la agenda figuraron también el combate al crimen y la necesidad de preservar la financiación para programas sociales y de infraestructura en Nueva York.
La rueda de prensa conjunta dejó varios momentos llamativos. Cuando una periodista preguntó a Mamdani si todavía considera a Trump un “fascista”, el alcalde electo intentó matizar su respuesta, pero el propio presidente intervino, invitándolo, entre risas, a decir simplemente que sí. En otro momento, Trump salió en defensa de Mamdani frente a críticas por haber viajado en avión a Washington, alegando que el alcalde electo “tiene mucho trabajo” y necesita ahorrar tiempo.
El encuentro ha generado reacciones diversas en el escenario político estadounidense. Figuras progresistas como Alexandria Ocasio-Cortez han descrito la reunión como un ejercicio de responsabilidad institucional, mientras que antiguos alcaldes, como Bill de Blasio, consideran que Mamdani hizo “lo inteligente” al asegurar una línea directa con la Casa Blanca pese a las diferencias ideológicas.
Para Mamdani, que asumirá el cargo el 1 de enero de 2026, el desafío será convertir esta tregua en resultados concretos para una ciudad cara, desigual y políticamente polarizada. Para Trump, el encuentro le permite mostrarse como un presidente capaz de convivir con un adversario declarado, en una relación que muchos daban por rota antes incluso de comenzar.
